Parque del trenet de Benicàssim

Un tren para volver a ser niño

Te encaramas divertido sobre uno de los pequeños vagones y observas que se llena de familias. Los vagones se engarzan como un rosario, tirados por una pequeña locomotora que suelta vapor al tiempo que arranca. Las bielas giran y el chucuchú que nos contaron nuestros abuelos se hace realidad. Es un viaje en el tiempo a través del tren. El olor a carbón se convierte en el transmisor de una aventura que con un itinerario en miniatura revive el paso por túneles, puentes y estaciones, tan reales como diminutas. 

Es el parque del trenet de Benicàssim. El mayor parque de la localidad con 11.600 metros cuadrados de jardín y con un aliciente especial, un parque ferroviario en el que niños y grandes, pueden revivir la experiencia de subir a un tren a vapor. Aunque, como en la vida misma, también las locomotoras diesel y eléctricas tienen su presencia aquí.

La vía es de carril tipo vignole «Cromar White Medium» con doble ancho, preparada para acoger locomotoras de 5″ y 7 1/4″. El recorrido cuenta, con un puente metálico de 12 metros y dos túneles de 28 metros cada uno bajo un montículo de 5 metros de altura. 

Todo un atractivo para disfrutarlo en familia, porque además, se pueden observar antiguos cocherones, rotondas de vías y talleres, además de una estación clásica de ferrocarril español.

La Asociación del Ferrocarril de Farja, rememorando la historia de Benicàssim, es la encargada del funcionamiento de este parque que abre sus puertas todo el año y celebra un encuentro nacional de vaporistas, donde se pueden observar las piezas más exquisitas del modelismo ferroviario tripulable.

El jardín cuenta también con una ruta botánica compuesta por 20 placas identificativas donde el público puede observar las especies vegetales más importantes del parque y conocer tanto sus nombres comunes como científicos e informarse más a través de códigos QR.

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