El litoral castellonense, todo un lujo de más de 120 kilómetros de costa en los que se van alternando playas de fina arena y espectaculares calas, entraña otros tesoros medioambientales que bien valen la pena conocer como sus humedales y marjales. Entre estos parajes naturales destacan Els Estanys d’Almenara, el municipio más meridional de la provincia de Castellón.
Se trata de tres lagunas de agua dulce que proviene por el subsuelo de los acuíferos de la Serra d’Espadà, el parque natural situado a más de 30 kilómetros de distancia. Se hallan en medio del marjal de Almenara formando una importante microreserva de flora y fauna donde el agua dulce brota a través de un manantial o ‘ullal’.
En la peña o ‘ Muntanyeta de l’Estany’, donde mana el agua de estos estanque, se obtiene una preciosa panorámica de un paraje que sorprende al visitante por la presencia de interesantes aves acuáticas que han decidido nidificar en este humedal. En la actualidad, más de 180 parejas de seis especies diferentes de garzas se han establecido en Els Estanys, llevando a los expertos a considerar que se trata de la colonia más relevante de la Comunidad Valenciana.
Su interesante microrreserva de flora está formada por vegetación sumergida, otra flotante como son el nenúfar blanco y las ‘llentilles d’aigua’, y la que ocupa las riberas de las lagunas como tamarindos, cañizos, juncos y lirios amarillos, también sauces y adelfas.
Por su parte, peces, anfibios, reptiles y una ornitofauna con gran cantidad de aves catalogadas conforman la rica fauna de una de las zonas mejor conservadas de la comarca de La Plana Baixa, en la que destacan además de las garzas reales, cormoranes, pollas de agua, patos y hasta tortugas autóctonas en peligro de extinción.
Els Estanys d’Almenara es un espacio natural protegido de importancia internacional por sus valores ambientales, formando parte de la Red Natura 2000 como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC). Además, está incluido en la lista de humedales de importancia internacional del convenio Ramsar.
Para no perder detalle de la rica biodiversidad de este enclave a caballo entre el núcleo urbano de Almenara y la playa de Casablanca, lo mejor es pertrecharse de calzado cómodo, prismáticos y cámara fotográfica y dejarse sumergir en alguno de los diferentes itinerarios circulares preparados para las visitas. Las rutas son completamente accesibles para niños y personas con movilidad reducida y en su recorrido se levantan casetas para la observación de las aves y bancos para tomar un respiro. Además, los paneles explicativos ayudan a comprender y disfrutar mejor de estos humedales que cuentan con un aula de natura, una zona de picnic, restaurante y parking gratuito.