Tinença de Benifassà

La leyenda de los tres reyes, que se sentaban en el Tossal dels Tres Reis.

Nadie hubiera creído que aquel abrigo natural que se utilizaría como polvorín en la construcción del pantano de Ulldecona, fuese en realidad una de las más llamativas muestras de arte rupestre levantino. La cueva de “Rossegadors” (Roedores), alberga más de 50 figuras humanas y 30 de animales, con fabulosas escenas de caza.

Este es uno de los secretos del Parque Natural de la Tinença de Benifassà, pero no el único. El Monasterio cisterciense de Santa María de Benifassà (1250), es una joya arquitectónica del románico de reconquista. El poblado íbero de Morranda es otro vestigio del ancestral paso del ser humano por estas frías pero ricas tierras.

La visita cultural del parque es imprescindible para el viajero. Recorrer las calles de los siete municipios que componen las casi 5000 hectáreas de paraje natural, es un privilegio para quien desee hacer un viaje a través del tiempo. Fredes, El Boixar, Ballestar, Coratxar, Castell de Cabres, la Pobla de Benifassà y Bel (del término de Rosell), nos ofrecen paisaje de roca, forja y tradición en cada casa, en cada iglesia, en cada abrevador, molino o noria.

El antiguo castillo árabe de Beni-Hassan dio origen al topónimo de la zona, pero realmente fue el pequeño señorío gobernado por el abad del monasterio de Santa María el que otorgó el calificativo de “tinença” (tenencia), por las servidumbres que los lugareños debían al abad.

Zorros, jabalíes, tejones, águilas reales, buitres leonados y la reina del paisaje, la cabra hispánica, conviven en un espacio protegido, plagado de especies arbóreas como la encina, los pinos albar y negral o el boj, entre otras especies rarísimas de flora que apenas se pueden contemplar allí. Algunos de los parajes que albergan esta riqueza naturall y que son imprescindibles para el visitante son el “Salt de Robert”, que esconde una cascada de 30 metros de altura, la Fuente de la Umbría, la “Punta de Solà d’En Brull” o el “Tossal de Michavila”, donde encontraremos incluso bellas orquídeas salvajes.

Desde los 400 metros hasta los 1300, altitud máxima del entorno protegido, este parque es sin duda el menos conocido y por ello el más sugerente de la Comunidad Valenciana.

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