Morella

Fiel, fuerte y prudente

                  Fiel, fuerte y prudente fueron los títulos que Pedro IV otorgó a Morella y que le han definido desde el inicio de sus tiempos. A lo largo de su historia, esta magnífica ciudad que capitaliza la comarca de Els Ports, ha contemplado y sido protagonista en primera persona de batallas y pujas por el territorio, como ninguna otra.   

                  Cada una de esas guerras ha marcado su carácter y su fisonomía. La guerra de la Unión, las Germanías, la de Sucesión, la de la Independencia y las carlistas. Precisamente, uno de sus episodios más épicos lo protagonizó el general Cabrera quien convirtió a la ciudad en un feudo carlista inexpugnable que solo se le pudo arrebatar en su ausencia y en una batalla en la que se dispararon más de 19.000 proyectiles.

                  Así es esta ciudad-castillo. erigida en una muela, que probablemente dé origen a su nombre, y que declarada Conjunto Histórico-artístico desde 1965. Sus más de 2 kilómetros de murallas medievales, rodean y afianzan su carácter, con 16 torres y 6 portales, atesoran decenas de casas nobles, palacetes e iglesias del románico al renacimiento. Entre ellas destaca, por encima de todas, Santa María la Mayor (s.XIII-XIV), iglesia arciprestal de estilo gótico. De ella destaca su puerta de los Apóstoles decorada con el apostolado, con escenas de la vida Jesús y coronada por un rosetón que ilumina el templo.

Cada seis años, las fiestas del Sexenni la rogativa de la Virgen de la Vallivana muestra el pasado gremial de la ciudad con magníficos  desfiles y carrozas.

                  El atractivo de esta ciudad y su entorno arranca para los amantes de la historia en los vestigios celtíberos y pinturas rupestres de Morella la Vella; las ignitas de la ruta de los dinosaurios, que además, podemos conocer más a fondo, gracias al Museo Tiempo de Dinosaurios, situado junto a la iglesia de San Miguel.

                  Morella hay que vivirla, recorrer sus calles, contemplar su paisaje,  y vivir sus fiestas y homenajes. Sobre todas las el Sexenni que recuerdan con devoción a la Virgen de la Vallivana y su protección sobre la peste de las gentes de estas tierras. Pero sobre todo, Morella hay que saborearla y no perder la ocasión de degustar los platos privilegiados de una carne suculenta del terreno a fuego y hacer de algunos de los mejores cocineros de la provincia.

                  Morella es patrimonio, es gastronomía, es cultura, es tradición, es naturaleza. Es la ciudad que te arropa y te enseña como el tiempo curte y crea belleza.

                 

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